El lunes por la noche fueron pronunciadas las palabras mágicas, me informaban del cambio de residencia. Fue en esos momentos en que como fuente estancada de agua mi cuerpo sentía un sentir inusual. Era como a punto de estado de shock y de repente llegaba la nostalgia.
Dejar todo por ahora, decir hasta luego, que da lo mismo a ser un adios aún y cuando uno decida volver, es una despedida. Nunca me han gustado. Despiertan sentimientos de tristeza. Sigo teniendo fe en poder verte antes de irme, será algo titánico a unos cuántos días de marcharme.
Sin embargo, como recientemente anoté en este blog, tengo muchas ilusiones de encontrarme a un buen tipo, encontrar a una princesa, qué se yo. Las ilusiones puestas en enamorarme de una persona y que sea correspondido ese amor, no importa el sexo. No me enamoro del sexo, sino de la persona. Con todo y esto hoy quiero dejar que mis entrañas vivan esta melodiosa canción que tiene que ver contigo, conmigo, con el tiempo. el bendito y maldito tiempo. Te Quiero tonto.
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